jueves, 22 de marzo de 2012
Sin
Todos los peces que nadan y saben ser peces. Todos los gatos que se lamen y se lavan la cara con la pata. Todos los árboles que saben dejar caer su hojas en otoño. Todos los pájaros que saben si comen lombrices o migas de pan. Todos saben ser lo que son. Nosotros no sabemos. Nada.
domingo, 20 de febrero de 2011
EN LA LUNA
Otra vez la luna
La conozco y sin embargo. No llego a acostumbrarme a que sea perla y leve. A que brille sin brillar.
A que me asista en mis fantasías nocturnas y me susurre historias con besos.
No creo que jamás vaya a desilusionarme como astro. Confío en la luna como en los fresnos. Que se cubren de hojas a finales de septiembre.
Hoy la luna vuelve. Y me llena con una seria alegría de creación.
miércoles, 10 de noviembre de 2010
HOY PENSABA
Mientras una hormiguita trepaba por mi pantorrilla. Ella con su objetivo tan claro escalaba por la montaña de mi pierna y recorría sin visibles dubitaciones mis olores y mis lunares. Yo convertida de pronto en paisaje desconocido de textura inclasificable para un mundo de antenas. O tal vez no. Tal vez era yo la que montaba sobre el trepidante caminar de esta hormiga, intentaba aprender a alcanzar mi próxima cima.
lunes, 4 de octubre de 2010
LOS HUMORES DE PAPÁ 13
Papá se acerca haciendo ruido con sus pantuflas mientras
escribo en mi notebook...psh, psh, psh...y me pregunta...
- Usted cómo se llama?
- Clemencia, le contesto.
- Aaaah, mi hija preferida también se llama Clemencia!
- Ah, no me diga. Y cuántas hijas tiene usted?, le pregunto yo.
- UNA! me contesta él.
- Qué coincidencia, le digo entonces.
Y él agrega…
Sí, no? Vivan las coincidencias!
LOS HUMORES DE PAPÁ 12
Papá dice...
- Hoy está nublado.
- Sí, papá".
Y me pregunta...
- Fuiste vos?
- Yo, qué?
- ¿La que contrató a las nubes?
- No, papá, yo no fui.
- Mmm, qué lástima. Porque te iba a pedir que les digas que ya se pueden ir.
sábado, 18 de septiembre de 2010
VIVO MURIENDO
Vivo muriendo de pena. La que me somete a esta experiencia magnánima con un pobre par de retinas. Un apéndice nasal cien veces inferior al de mi perro, dos dedos que señalan, cientos de papilas corrompidas por el entrenamiento de la cultura y estos oídos. Decodificadores de intenciones y expertos en dejar escapar los sablazos del viento.
Quiero deshacerme de estos instrumentos subjetivos. Torpe. No merezco seguir deambulando entre sentidos que reflejan la imagen y semejanza del engaño. Agonizo. Poco a poco el sometimiento constante de mi mente al sistema cerrado de símbolos, a la gama finita de matices, esta licuando mi ingenuidad.
Ya no soporto la negrura descomunal envuelta en el límite de mis visiones.
SERMÓN
Solté una carcajada después del amén. Sus sermones me producían un efecto tan siniestro que llegué a creer que estaba poseída. Cuando nos llamaba a la austeridad, sentía deseos irrefrenables de ahogarme en la gula. Y si intentaba inspirarnos a amar, al regresar a casa me detenía en cada una de las almas de mi cuadra y las desollaba vivas.
Cuando el último gorjeo de mi risa se apagó, él giró la cabeza como la de un soldado ruso y me quemó con sus pupilas. Después se esfumó por la puerta de la sacristía.
Una charla intrascendente nos entretuvo a la salida hasta que alguien dijo, “Se hace tarde”, y nos obligó a partir.
El grupo se disipaba de a poco con sus bicicletas inglesas, mientras yo luchaba por liberar el candado de la mía. Entonces apareció de la nada vestido de civil. Y con una furia que aún hoy me aniquila, me arrastró seco de palabras hasta una pared sin revoque y me besó hasta hoy.
viernes, 10 de septiembre de 2010
LOS HUMORES DE PAPÁ 11
- Qué querés comer para el almuerzo, papá?"
- Mmm... 3568 granos de arroz con manteca y queso.
- ¿Los vas a contar vos?
- No, no tengo calculadora.
- ¿Entonces?
- Entonces me los como sin contar y listo.
- Mmm... 3568 granos de arroz con manteca y queso.
- ¿Los vas a contar vos?
- No, no tengo calculadora.
- ¿Entonces?
- Entonces me los como sin contar y listo.
HUMORES DE PAPÁ 10
Escucho que se acerca. Yo a veces me escondo para escribir porque me mira con insistencia y me distraigo. Me encontró.
- Ah, estás acá!
Viene y me acaricia la cabeza.
- Sí, estoy escribiendo, papá.
Le sonrío y vuelvo a posar la mirada en la pantalla de mi computadora. Cuando no lo miro él me saca la lengua y me hace pito catalán.
- Vos me sacaste la lengua, papá?
- Yoooo? Nunca.
Vuelve a acariciarme y sonríe. Retiro la mirada y me saca la lengua otra vez y así seguimos un rato hasta que se cansa y se va.
- Ah, estás acá!
Viene y me acaricia la cabeza.
- Sí, estoy escribiendo, papá.
Le sonrío y vuelvo a posar la mirada en la pantalla de mi computadora. Cuando no lo miro él me saca la lengua y me hace pito catalán.
- Vos me sacaste la lengua, papá?
- Yoooo? Nunca.
Vuelve a acariciarme y sonríe. Retiro la mirada y me saca la lengua otra vez y así seguimos un rato hasta que se cansa y se va.
domingo, 5 de septiembre de 2010
LOS HUMORES DE PAPÁ 9
Le pregunto...
- Pápá, te vas a bañar?
Me contesta...
- Y vos decís que no me voy a disolver?
- No, papá.
- Ah, bueno entonces sí.
- Pápá, te vas a bañar?
Me contesta...
- Y vos decís que no me voy a disolver?
- No, papá.
- Ah, bueno entonces sí.
miércoles, 1 de septiembre de 2010
LOS HUMORES DE PAPÁ 8
- Hasta cuando me voy a quedar en tu casa?
- Hasta el 4 de septiembre, papá.
- Ah, entonces tu casa se va a quedar sin mí después del 5?.
- Sí, papá.
- Hasta el 4 de septiembre, papá.
- Ah, entonces tu casa se va a quedar sin mí después del 5?.
- Sí, papá.
lunes, 30 de agosto de 2010
LOS HUMORES DE PAPÁ 7
Hoy es un día ventoso. Papá mientras toma el desayuno siempre observa los arbustos que se ven desde la ventana y te cuenta si se mueven o no las hojas. Cuando el aire está calmo hace comentarios al estilo de ...qué increíble...no se mueve ni una sola hoja. Día tras día a la hora del desayuno, soprendentemente los arbustos están siempre quietos y papá observa el hecho y lo nombra. Pero hoy se sacudían de manera inusual y a pesar de que él no oye el viento debido a su sordera...el fuerte viento se hizo visible doblegando las ramas de un lado a otro. Y me llamó mucho la atención que papá no dijera nada al respecto
- No decís nada?
- Sobre qué?
- Mirá los arbustos, papá. Siempre me decís que no se
mueve una sola hoja, pero hoy...
- Ah, sí. Ya los ví. Se están moviendo como locos.
- Y porqué?
- Y ...debe ser el cumpleaños de alguno y están festejando.
- Sí. Puede ser...pero además el viento está soplando
fuerte! Te gusta el viento papá?
- Mmm...me gusta más la calma... pero cuando remonto
un barrilete me gusta muchísimo.
- A mí también, papá.
- No decís nada?
- Sobre qué?
- Mirá los arbustos, papá. Siempre me decís que no se
mueve una sola hoja, pero hoy...
- Ah, sí. Ya los ví. Se están moviendo como locos.
- Y porqué?
- Y ...debe ser el cumpleaños de alguno y están festejando.
- Sí. Puede ser...pero además el viento está soplando
fuerte! Te gusta el viento papá?
- Mmm...me gusta más la calma... pero cuando remonto
un barrilete me gusta muchísimo.
- A mí también, papá.
domingo, 29 de agosto de 2010
LOS HUMORES DE PAPÁ 6
Hoy le serví el desayuno tarde. Me quedé dormida. Y fui llevando las cosas a la mesa de a poco, en tandas. Finalmente creí que ya estaba todo y me senté. Pero papá miró su té y me dijo:
- ¿Tiene un poco de jugo de vaca para mi té?
- Ay, sí, papá. Me olvidé de echarle un chorrito de leche! Ahora la traigo.
- Muchas gracias para usted y para la vaca, eh.
- De nada, papá.
- ¿Tiene un poco de jugo de vaca para mi té?
- Ay, sí, papá. Me olvidé de echarle un chorrito de leche! Ahora la traigo.
- Muchas gracias para usted y para la vaca, eh.
- De nada, papá.
sábado, 28 de agosto de 2010
LOS HUMORES DE PAPÁ 5
Querés tomar algo, papá?
- Sí, un té caliente y bien mojado, por favor!
- Bueno, ahora te lo traigo.
- Gracias.
- Sí, un té caliente y bien mojado, por favor!
- Bueno, ahora te lo traigo.
- Gracias.
LOS HUMORES DE PAPÁ 4
Estaba agarrando las llaves del auto, mi cartera y papá me pregunta...
- Adónde vas?"
- A llevar a Justina al colegio. Tiene un examen.
A lo que papá responde...
- Ah, pero no te olvides de volver, eh?"
- Adónde vas?"
- A llevar a Justina al colegio. Tiene un examen.
A lo que papá responde...
- Ah, pero no te olvides de volver, eh?"
LOS HUMORES DE PAPA 3
Sobre mi gata...
- Decime...tu gato es mujer?.
- Sí, papá.
- Y porqué está llena de bigotes?
- Decime...tu gato es mujer?.
- Sí, papá.
- Y porqué está llena de bigotes?
LOS HUMORES DE PAPÁ 2
Veníamos en el auto. Una de las calles que nos lleva hasta casa está toda emparchada y desnivelada por lo que se siente como viajar en una licuadora. Papá entonces me dijo:
- Cuando quieras, vengo con una plancha, lo plancho y te
dejo todo el camino lisito! Querés?
- Sí, me encantaría, papá.
- Cuando quieras, vengo con una plancha, lo plancho y te
dejo todo el camino lisito! Querés?
- Sí, me encantaría, papá.
LOS HUMORES DE PAPÁ 1
Se quedó a dormir una amiga de mi hija Emilia en casa. Se levantaron a la mañana y papá estaba como siempre en su sillón favorito leyendo el diario. Cuando Emilia y su amiga lo saludaron, papá le preguntó a su nieta por esa chica de pelo largo que no conocía ...
Y ella quién es? .
Es una amiga del colegio, Ato.
Ahhh…y te salió muy cara?
Y ella quién es? .
Es una amiga del colegio, Ato.
Ahhh…y te salió muy cara?
martes, 3 de agosto de 2010
LOS HUMORES DE PAPÁ
La teoría de los cuatro humores sostenía que el cuerpo humano está lleno de cuatro sustancias básicas, llamadas humores. Líquidos, cuyo equilibrio o desequilibrio indicaba el estado de salud de la persona. Así, todas las enfermedades y discapacidades resultarían de un exceso o déficit de alguno de estos cuatro humores. Estos fueron identificados como bilis negra, bilis, flema y sangre. Cada uno de los cuatro humores aumentaba o disminuía en función de la dieta y la actividad de cada individuo. Cuando un paciente sufría de superávit o desequilibrio de líquidos, su personalidad y su salud se veían afectadas.
Papá se ha enfermado de la memoria. Su dieta cambió y ahora come muy poco. Y no se cuál es el fluido que aceitaba sus recuerdos. Sólo se que se esta acabando. Como La Nada que devoraba al Reino de Fantasía en La Historia Sin Fin, su mundo se está desvaneciendo de a poco. No son más de siete cosas las que guarda en su memoria y alterna en sus conversaciones. Su sordera lo aisla aún más de mí, pero no de los árboles, las nubes ni del viento a quienes admira y describe. También recuerda a su caballo y, a Perico, un lorito hablador que vivía en su caballeriza. Recuerda el orfanato donde se crió y algunas mañanas en el monte. Y algo que me llama mucho la atención de su nuevo estado, es que su humor simple y juguetón se ha acentuado. Si le digo que los mojones de la ruta se ubican cada un kilómetro me pregunta... y los secones también?. No recuerda en que mes o día estamos entonces yo le digo: es domingo papá... y él sonriente dice: todo el día?
Dejó de pedirme tés mojados y que le compre una espalda nueva en la farmacia. Pero dice que se va a comer a mi gato con papitas y morrones al horno. Cuando en silencio compartimos tardes en el living, él se oculta detras de su diario y jugamos a las escondidas mientras yo escribo en mi notebook. Un nuevo padre está aflorando del desequilibrio de fluídos en su cuerpo. Un padre al que entiendo más y juega conmigo más que cuando era chica. Un padre que borró de la memoria todos los dolores y sólo recuerda que soy alguien con quien jugar y compartir los humores del hoy que es lo único que retiene con sus ojos viejos.
Papá se ha enfermado de la memoria. Su dieta cambió y ahora come muy poco. Y no se cuál es el fluido que aceitaba sus recuerdos. Sólo se que se esta acabando. Como La Nada que devoraba al Reino de Fantasía en La Historia Sin Fin, su mundo se está desvaneciendo de a poco. No son más de siete cosas las que guarda en su memoria y alterna en sus conversaciones. Su sordera lo aisla aún más de mí, pero no de los árboles, las nubes ni del viento a quienes admira y describe. También recuerda a su caballo y, a Perico, un lorito hablador que vivía en su caballeriza. Recuerda el orfanato donde se crió y algunas mañanas en el monte. Y algo que me llama mucho la atención de su nuevo estado, es que su humor simple y juguetón se ha acentuado. Si le digo que los mojones de la ruta se ubican cada un kilómetro me pregunta... y los secones también?. No recuerda en que mes o día estamos entonces yo le digo: es domingo papá... y él sonriente dice: todo el día?
Dejó de pedirme tés mojados y que le compre una espalda nueva en la farmacia. Pero dice que se va a comer a mi gato con papitas y morrones al horno. Cuando en silencio compartimos tardes en el living, él se oculta detras de su diario y jugamos a las escondidas mientras yo escribo en mi notebook. Un nuevo padre está aflorando del desequilibrio de fluídos en su cuerpo. Un padre al que entiendo más y juega conmigo más que cuando era chica. Un padre que borró de la memoria todos los dolores y sólo recuerda que soy alguien con quien jugar y compartir los humores del hoy que es lo único que retiene con sus ojos viejos.
lunes, 19 de julio de 2010
ESA SENSACIÓN
El jueves fue un día raro. Había juntado las cosas para llevar. Pero algo me hacía sentir incómoda. Una sensación entre nauseabunda y pinchuda. A veces no se, no entiendo, no puedo, no creo, no tengo. Pero aún sintiéndome así... fui, caminé, hice, di, hablé, acaricié, reí.
Esa fuerza que me mueve cuando nada entiendo y de mí casi todo me da asco.... por suerte no me hace caso... y me lleva hasta ese donde...donde yo sola no hubiera podido ir.
Esa fuerza que me mueve cuando nada entiendo y de mí casi todo me da asco.... por suerte no me hace caso... y me lleva hasta ese donde...donde yo sola no hubiera podido ir.
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