Hoy es un día ventoso. Papá mientras toma el desayuno siempre observa los arbustos que se ven desde la ventana y te cuenta si se mueven o no las hojas. Cuando el aire está calmo hace comentarios al estilo de ...qué increíble...no se mueve ni una sola hoja. Día tras día a la hora del desayuno, soprendentemente los arbustos están siempre quietos y papá observa el hecho y lo nombra. Pero hoy se sacudían de manera inusual y a pesar de que él no oye el viento debido a su sordera...el fuerte viento se hizo visible doblegando las ramas de un lado a otro. Y me llamó mucho la atención que papá no dijera nada al respecto
- No decís nada?
- Sobre qué?
- Mirá los arbustos, papá. Siempre me decís que no se
mueve una sola hoja, pero hoy...
- Ah, sí. Ya los ví. Se están moviendo como locos.
- Y porqué?
- Y ...debe ser el cumpleaños de alguno y están festejando.
- Sí. Puede ser...pero además el viento está soplando
fuerte! Te gusta el viento papá?
- Mmm...me gusta más la calma... pero cuando remonto
un barrilete me gusta muchísimo.
- A mí también, papá.
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