lunes, 30 de agosto de 2010

LOS HUMORES DE PAPÁ 7

Hoy es un día ventoso.  Papá mientras toma el desayuno siempre observa los arbustos que se ven desde la ventana y te cuenta si se mueven o no las hojas. Cuando el aire está calmo hace comentarios al estilo de ...qué increíble...no se mueve ni una sola hoja. Día tras día a la hora del desayuno, soprendentemente los arbustos están siempre quietos y papá observa el hecho y lo nombra. Pero hoy se sacudían de manera inusual y a pesar de que él no oye el viento debido a su sordera...el fuerte viento se hizo visible doblegando las ramas de un lado a otro. Y me llamó mucho la atención que papá no dijera nada al respecto

- No decís nada?
- Sobre qué?
- Mirá los arbustos, papá. Siempre me  decís que no se
  mueve una sola hoja, pero hoy...
- Ah, sí. Ya los ví. Se están moviendo como locos.
- Y porqué?
- Y ...debe ser el cumpleaños de alguno y están festejando.
- Sí. Puede ser...pero además el viento está soplando  
  fuerte! Te  gusta el viento papá?
- Mmm...me gusta más la calma...  pero cuando  remonto 
  un barrilete me gusta muchísimo.
- A mí también, papá.

domingo, 29 de agosto de 2010

LOS HUMORES DE PAPÁ 6

Hoy le serví el desayuno tarde. Me quedé dormida. Y fui llevando las cosas a la mesa de a poco, en tandas. Finalmente creí que ya estaba todo y me senté. Pero papá miró su té y me dijo:
- ¿Tiene un poco de jugo de vaca para mi té?
- Ay, sí, papá. Me olvidé de echarle un chorrito de leche! Ahora la traigo.
- Muchas gracias para usted y para la vaca, eh.
- De nada, papá.

sábado, 28 de agosto de 2010

LOS HUMORES DE PAPÁ 5

Querés tomar algo, papá?
- Sí, un té caliente y bien mojado, por favor!
- Bueno, ahora te lo traigo.
- Gracias.

LOS HUMORES DE PAPÁ 4

Estaba agarrando las llaves del auto, mi cartera y papá me pregunta...
- Adónde vas?"
- A llevar a Justina al colegio.  Tiene un examen.
  A lo que papá responde...
- Ah, pero no te olvides de volver, eh?"

LOS HUMORES DE PAPA 3

Sobre mi gata...
- Decime...tu gato es mujer?.
- Sí, papá.
- Y porqué está llena de bigotes?

LOS HUMORES DE PAPÁ 2

Veníamos en el auto. Una de las calles que nos lleva hasta casa está toda emparchada y desnivelada por lo que se siente como viajar en una licuadora. Papá entonces me dijo:
- Cuando quieras, vengo con una plancha, lo plancho y te 
  dejo todo el camino lisito! Querés?
- Sí, me encantaría, papá.

LOS HUMORES DE PAPÁ 1

Se quedó a dormir una amiga de mi hija Emilia en casa. Se levantaron a la mañana y papá estaba como siempre en su sillón favorito leyendo el diario. Cuando Emilia y su amiga lo saludaron, papá le preguntó a su nieta por esa chica de pelo largo que no conocía ...
Y ella quién es? .
Es una amiga del colegio, Ato.
Ahhh…y te salió muy cara?

martes, 3 de agosto de 2010

LOS HUMORES DE PAPÁ

La teoría de los cuatro humores sostenía que el cuerpo humano está lleno de cuatro sustancias básicas, llamadas humores. Líquidos, cuyo equilibrio o desequilibrio indicaba el estado de salud de la persona. Así, todas las enfermedades y discapacidades resultarían de un exceso o déficit de alguno de estos cuatro humores. Estos fueron identificados como bilis negra, bilis, flema y sangre. Cada uno de los cuatro humores aumentaba o disminuía en función de la dieta y la actividad de cada individuo. Cuando un paciente sufría de superávit o desequilibrio de líquidos, su personalidad y su salud se veían afectadas.


Papá se ha enfermado de la memoria.  Su dieta cambió y ahora come muy poco. Y no se cuál es el fluido que aceitaba sus recuerdos. Sólo se que se esta acabando. Como La Nada que devoraba al Reino de Fantasía en La Historia Sin Fin, su mundo se está desvaneciendo de a poco. No son más de siete cosas las que guarda en su memoria y alterna en sus conversaciones. Su sordera lo aisla aún más de mí, pero no de los árboles, las nubes ni del viento a quienes admira y describe. También recuerda a su caballo y, a Perico, un lorito hablador que vivía en su caballeriza. Recuerda el orfanato donde se crió y algunas mañanas en el monte.  Y algo que me llama mucho la atención de su nuevo estado, es que su  humor simple y juguetón se ha acentuado. Si le digo que los mojones de la ruta se ubican  cada un kilómetro me pregunta... y los secones también?. No recuerda en que mes o día estamos entonces yo le digo: es domingo papá... y él sonriente dice: todo el día?
Dejó de pedirme tés mojados y que le compre una espalda nueva en la farmacia. Pero dice que se va a comer a mi gato con papitas y morrones al horno. Cuando en silencio compartimos tardes en el living, él se oculta detras de su diario y jugamos a las escondidas mientras yo escribo en mi notebook. Un nuevo padre está aflorando del desequilibrio de fluídos en su cuerpo. Un padre al que entiendo más y juega conmigo más que cuando era chica. Un padre que borró de la memoria todos los dolores y sólo recuerda que soy alguien con quien jugar y compartir los humores del hoy que es lo único que retiene con sus ojos viejos.