No quiero ser feliz. Por momentos pareciera. Antes lo pensaba. Pero no. Esto me produce algún alivio. Me habría embarcado en una búsqueda infructuosa: la felicidad. Además, dudo poseer el instinto necesario para reconocerla.
Mi abuela decía que la felicidad tiene olor a auto nuevo. A mí el olor auto nuevo me marea.
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